miércoles, 20 de diciembre de 2017

M

La contradicción estaba en que él no creía en los accidentes, pero quería que pasara. Al mismo tiempo, no quería verse maquinado pretextos o inventando escusas. Era un ferviente creyente de la voluntad y de la sinceridad, solo que estos conceptos se fragilizaban con el tiempo. Y si los dejaba ir, no tendría de donde agarrarse, ni donde apoyar ese complejo sistema de creencias que se había construido con los años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario